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FUTURO PSICÓLOGO CLÍNICO: Bienvenido a este nuevo mundo de la ayuda al otro.

Supongo que tendrás dudas y miedos, que en estos momentos te encontrarás perdido sin saber muy bien hacia donde ir y la incertidumbre quizá lleve tiempo siendo tu compañera de viaje.

O quizá, todavía te embargue la emoción de haber acabado por fin el largo camino que ha sido la formación. Las intensas y largas tardes de estudio, la preparación eterna entre casos y libros llenos de teoría, mientras tú soñabas con salir por fin al mundo y encontrarte de frente con la realidad de los pacientes.

Eso no importa porque…

Ahora no sueñas más, ese momento ha llegado: Bienvenido a tu futuro.

En este momento seguro que hay muchas cosas que te preguntas:

¿Cómo puedo empezar a conseguir pacientes? ¿Qué forma de trabajar escojo? ¿Intento empezar por mi cuenta o mejor busco trabajo en alguna clínica? ¿Cómo quiero ser visto por mis pacientes? ¿Qué imagen daré? ¿Daré la talla? ¿Y si lo hago mal?

Estas son algunas de las miles de preguntas que pueden estar rondando tu cabeza en estos momentos y me parece realmente importante abordar este tema:

En primer lugar: TRANQUILO/A. Será mucho más fácil de lo que imaginas.

Eso no quiere decir que no vaya a suponer esfuerzo. Tendrás que trabajar duro y seguir formándote. La formación nunca termina, has elegido una carrera profesional que te exigirá continuar aprendiendo por el resto de tus días… Pero también quiero decirte que jamás habrá un juez tan duro contigo como tú mismo, y que tus pacientes apreciarán y valoraran tu trabajo siempre y cuando lo hagas con pasión y respeto por el otro. Ya sabes mucho, has aprendido durante estos años y es momento de demostrártelo y empezar a ponerlo en práctica. ¡Adelante!

Asimismo, recuerda que no importa donde elijas trabajar o desde que estructura lo tengas que hacer en un inicio, lo que realmente importa es cómo tú desempeñes tu profesión: “Haz lo que puedas con lo que tengas.” Eso será lo que realmente marque la diferencia entre tú y alguien que no ame su trabajo. Estate dispuesto a volcarte en cada paciente, en cada sesión, como si fuese la única. Porque cada paciente es ÚNICO y se merece la MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO.

Si lo haces, entonces el resto no importa tanto.

Además, hay ciertas cosas importantes que tener en cuenta en el momento de emprender este camino:

Por obvio que resulte decirlo, el terapeuta va a estar en contacto con pacientes, es decir, con personas que sufren. Comprender al ser humano es el requisito previo para cualquier actuación profesional.

Así, los psicólogos deben aprender a mirar (no sólo ver) y a escuchar (no sólo oír), así como a empatizar, comprender y analizar. Ésta es la única manera de comunicarse adecuadamente con otras apersonas y de ayudar a resolver los problemas planteados.

Más allá de unas destrezas profesionales, se requieren en el psicólogo unas características personales que faciliten el establecimiento de una alianza terapéutica con el paciente.

Hay algunas características básicas, ya conocidas, que facilitan la alianza terapéutica: equilibrio emocional, sentido común, capacidad de empatía, ausencia de rigidez y ganas genuinas de ayuda.

Pero, además, los psicólogos deben contar con unas habilidades interpersonales que faciliten el trabajo en equipo o, al menos, el contacto con otros profesionales.

Si los psicólogos clínicos están integrados en un Centro de Salud Mental o en un hospital, tienen que saber trabajar en equipo.

Ello implica interactuar con otros profesionales de la salud (médicos de atención primaria, psiquiatras, enfermeras, etcétera), lo que obliga a saber utilizar un lenguaje común, a ser exigibles, a tener unas habilidades de comunicación, a marcarse objetivos concretos, a contar con un modelo integrador de salud, etcétera.

Y si los psicólogos clínicos trabajan en la consulta privada, deben tener estas mismas habilidades para relacionarse con otros colegas, derivar casos a otros profesionales, saber relacionarse con los familiares de los pacientes, etcétera.

En resumen, no actúa necesariamente mejor con los pacientes el psicólogo que más teoría sabe, sino aquel que ha cuidado sus habilidades y características personales y profesionales. Ya que, sin olvidar otras claves esenciales (como son los conocimientos profesionales y disposición para estar al día, la facilidad para adaptarse a los cambios, la capacidad para integrarse en un equipo, y la motivación por la profesión), la inteligencia emocional, la autoestima apropiada y las habilidades interpersonales constituyen una herramienta fundamental para el desempeño adecuado de la psicología clínica y la psicoterapia.

Por todo esto, creo que es esencial que recuerdes que tú eres el instrumento básico de trabajo en el desarrollo de tu profesión y lo más importante es que tú te cuides, confíes en ti mismo y estés seguro de estar haciendo las cosas como consideras correctas.

Al fin y al cabo, ser sincero y congruente contigo mismo es lo más importante para poder ser un buen terapeuta.

Escoge un trabajo que te guste, y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida.

-Confucio-

Diana Tomaino de la Cruz.

Bibliografía:

  • Echeburúa, E. Retos de futuro de la psicología clínica. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco. 191-207.


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