LA VERGÜENZA POR EL CUERPO EN LA SOCIEDAD ACTUAL Una comprensión más amplia de la insatisfacción con
Hoy en día es poco común encontrarse en consulta con alguien totalmente satisfecho con su imagen. El trabajo con la apariencia física y los sentimientos y pensamientos que ésta genera en las personas se ha vuelto un tema crucial en la mayoría de las terapias.
Sin embargo, es un tema que puede no trabajarse a fondo si no se comprende bien la complejidad que se esconde debajo de la insatisfacción con la propia imagen y las consecuencias para la identidad de una persona que dicha insatisfacción puede generar.
En este blog se analizarán algunas cosas importantes que tener en cuenta a la hora de trabajar con los sentimientos de vergüenza, desprecio y autocrítica asociados a una insatisfacción con la imagen corporal.
Algo importante que tener en cuenta, es que esto es algo que afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo todos vulnerables.
Factores predisponentes.
A nadie se nos pasa por alto el hecho de que, en las últimas décadas en la sociedad ha habido un creciente enfoque al culto al cuerpo.
Vivimos inmersos en una cultura que premia la perfección en todas sus vertientes, y esta tendencia al perfeccionismo y la superación se ha extendido también a los limites físicos: se nos dice como es la imagen ideal que deberíamos alcanzar para sentirnos bien con nosotros mismos y cómo alcanzarla a través del esfuerzo, del sacrificio o incluso de operaciones que modifiquen nuestra apariencia.
Un gran número de factores sociales y culturales han influido para llevarnos a la situación actual:
El desarrollo tecnológico ha dado lugar a grandes avances médicos, farmacéuticos y estéticos que han permitido que las personas podamos modificar nuestro físico como nunca antes se había podido.
Los medios de comunicación y la globalización han hecho que la moda y la publicidad alcance ahora a todas las personas de una forma mucho más eficaz y persuasiva.
La sociedad actual pone énfasis en la exigencia para alcanzar unos ideales de perfección irreales a toda costa, lo que ha terminado extrapolándose a todas las facetas del ser humano incluido el físico.
Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de trabajar con los pacientes que tienen insatisfacción con su imagen corporal, ya que todas las personas vivimos dentro de la sociedad y somos influidos por ella y los pacientes deben saberlo para entender cómo su entorno les puede estar afectando en el desarrollo y mantenimiento de su problema. Esto también les ayudará a ajustar sus expectativas y ser más realistas.
Sin embargo, no podemos parar aquí, ya que los problemas psicológicos y el malestar asociados a una imagen corporal negativa no dependen exclusivamente de la cultura actual y la presión social, sino que hay mucho otros factores en juego.
Por ejemplo, el entorno familiar y social de cada persona determinarán en gran medida como se filtren los mensajes de la sociedad y cuanta validez y credibilidad se le den o no.
Además, hay familias y grupos sociales que le dan mayor importancia a esto que otros y cada grupo y familia tiene sus propias creencias con respecto a la imagen.
Asimismo, existen contextos más amenazantes que otros para éste tema: algunas profesiones son especialmente exigentes con la estética y la imagen.
Es esencial tener esto en cuenta a la hora de trabajar con un paciente para asegurarse de hacer una buena evaluación y no olvidar ningún posible factor mantenedor del problema. Además, esta exploración permitirá al terapeuta descubrir creencias, mitos y sesgos asociados al problema.
Imagen corporal.
“La imagen corporal es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa”. (Schilder, 1935)
Es cómo la persona se ve a sí misma y cómo percibe que es su cuerpo, es decir, cómo la persona cree que es. Además, también tiene que ver con los sentimientos y emociones que experimenta la persona respecto a cómo percibe su físico y su imagen, cómo se siente con su cuerpo y dentro de su propio cuerpo.
Como se puede ver, la imagen corporal forma una parte importante del autoconcepto (definición de si mismo) de una persona, lo que influye en el desarrollo de la identidad y la autoestima, por lo que si la imagen corporal es negativa, la autoestima de la persona se verá afectada de una forma significativa.
No se puede olvidar que la imagen y el cuerpo sirven para relacionarnos con los otros, algo esencial en el desarrollo del ser humano. En el momento en el que una persona tiene una imagen negativa de si mismo, sus relaciones con los otros también se verán afectadas.
Por todo esto, es esencial trabajar con la imagen corporal dañada como algo nuclear del paciente y no considerarlo un tema aislado que pueda tener un impacto reducido.
Cuando alguien se siente inadecuado en su propio cuerpo, puede acabar generando sentimientos de vergüenza tan intensos que su relación consigo mismo y con los otros se ven afectadas a mucho niveles.
Vergüenza y estrategias de seguridad.
La vergüenza se relaciona con el hecho de que los humanos hemos evolucionado para desear generar sentimientos positivos sobre el Self (nosotros mismos) en la mente de los demás.
Es decir, todos hemos nacido con la necesidad de conectar con los demás y sentirnos cuidados y aceptados por el propio grupo. Si lo conseguimos entonces nuestro mundo es más seguro, pero si no lo conseguimos lo que se genera son sentimientos de no ser aceptados, valorados o queridos, sintiéndonos rechazados, abandonados y solos.
Las relaciones con los otros, sobretodo con las personas significativas para nosotros, tiene consecuencias sobre la manera en la que nos experimentamos a “nosotros mismos” en la mente de los demás (lo que pensamos que los otros piensan de nosotros).
La vergüenza es ser especialmente sensible a los pensamientos o sentimientos negativos sobre uno mismo en la mente de los otros.
Cuando una persona siente vergüenza, es decir está sintiéndose evaluado negativamente por otros o siente que otros tienen emociones o pensamientos negativos hacia él, puede poner en marcha dos estrategias para protegerse:
Una estrategia internalizada de vergüenza en la que uno adopta una estrategia subordinada y sumisa, asociada con la auto-observación y la propia culpabilización o una estrategia externalizada de humillación en la que uno adopta una actitud de ataque para defenderse de los potenciales atacantes para intentar crear un sentimiento de seguridad.
La vergüenza, sobretodo la internalizada, generalmente suele generar en las personas patrones autocríticos.
Existe un tipo concreto de autocrítica relacionada con el odio hacia si mismo que puede ser dirigido a partes del yo tales como el propio cuerpo.
Tras este tipo de autocrítica se esconden (o pueden esconder) sentimientos de culpa, vergüenza, miedo al rechazo, al abandono y la soledad que será necesario trabajar más allá de la simple incomodidad con el cuerpo y que suponen temas cruciales en la intervención terapéutica.
Como se puede ver, cuando aparecen en terapia señales de insatisfacción con la imagen, críticas excesivas al cuerpo o a la apariencia física será clave hacer una evaluación más amplia para comprender que le sucede a la persona y si existen sentimientos de vergüenza y miedos asociados para poder trabajar con ello.
Diana Tomaino de la Cruz.
Bibliografía:
P. Schilder. (1935). The Image and Appearance of the Human Body. Oxford, England.
P.Gilbert. (2015). Terapia centrada en la compasión. Características distintivas. Desclée Brouwer.